La comarca de Los Pedroches se encuentra situada al norte de Córdoba, en una tierra de Frontera entre Andalucía, Extremadura y Castilla La Mancha, lo que la ha dotado de unos rasgos propios que han pervivido entre sus gentes a lo largo de los siglos. Formada por diecisiete municipios, cuenta con una extensión de 3.618 kilómetros cuadrados sobre los que se asientan unos 55.000 habitantes. El granito de sus suelos y la presencia de unas dehesas pobladas por encinas milenarias son las dos peculiaridades más representativas de esta zona. Dos elementos que se encuentran en la base de su marcada personalidad y que han tenido una acentuada influencia en su devenir histórico. Con una altitud media que oscila entre los 500 y 800 metros, Los Pedroches cuentan con un clima mediterráneo subhúmedo con marcados rasgos continentales debido a la influencia de los sistemas montañosos. Una serie de sierras y cauces de ríos delimitan e individualizan a Los Pedroches con respecto al resto de áreas geográficas circundantes. Este es el caso de los ríos Zújar, Guadalmez, Yeguas y Cuzna.
Los restos arqueológicos de diversas épocas prehistóricas aparecidos en muchos puntos de su geografía dan fe del antiguo poblamiento de esta tierra desde la más remota antigüedad. Prueba de ello es el gran número de dólmenes pertenecientes al periodo calcolítico. Durante los periodos romanos y tardoantiguos Los Pedroches gozó de una gran importancia debido a su riqueza ganadera y a los minerales obtenidos de su subsuelo. La conquista árabe fortaleció aún más esta dedicación ganadera de la “cora de Fash al-Ballut”, el llano de las bellotas que fue la denominación que los musulmanes otorgaron a la zona, teniendo sus dos más importantes núcleos de población en “Gafiq” y “Bitraws”, actuales Belalcázar y Pedroche respectivamente. Convertida en tierra de nadie durante más de un siglo a causa del avance reconquistador cristiano, la zona entraría bajo la autoridad de los monarcas castellanos en el año 1.236. A partir de ese momento, el proceso repoblado daría origen a los 17 municipios que actualmente componen la comarca. A finales de la Edad Media y hasta el siglo XIX esta área quedaría configurada en tres grandes unidades administrativas y jurídicas: el Condado de Belalcázar, el Señoría de Santa Eufemia y las Siete Villas de Los Pedroches. Pero estos hechos no impiden el arraigo de unos fuertes lazos entre los habitantes de la zona. Buena prueba de ello es el conjunto de advocaciones religiosas que son compartidas por varias localidades de acuerdo a un ritual que marca estrictamente los derechos de cada hermandad. La Virgen de Guía, la Virgen de Luna o la Virgen de las Cruces son tres claros ejemplos de esta raigambre.
Las tradiciones y el folklore de sus diecisiete municipios son un claro resultado de este devenir histórico. Gastronomía, cantos populares y baile de jotillas se dan cita en las innumerables fiestas que a lo largo de todo el año se celebran en la comarca, entre las que destacan sus célebres romerías que cada primavera convierten a la dehesa en centro de peregrinación.